El Globero
El juego y la risa son una necesidad vital para los niños. El juego es una herramienta que les permite explorar y descubrir el mundo y a sí mismos, expresarse, encontrar satisfacción, aprender a vivir. Pero cuando un niño está ingresado a veces se marchita su imaginación, su vitalidad natural, y el niño se retrae: deja de hablar, deja de jugar, de sonreir... Sabemos que algunos niños tienen esta necesidad de retraerse para así poder "ahorrar energía" y afrontar la situación, pero también hemos comprobado que si les estimulamos a que puedan expresarse, relacionarse, jugar y divertirse, ello puede favorecer su salud mental e incluso una mejor evolución de la enfermedad.
Por ello, nosotros los magos estamos para repartir risas, ilusión y alegría con la magia, a la que los niños esperan impacientes cada día. Ofreciéndoles reencontrar el placer de la risa, les estamos permitiendo también canalizar sus temores y sufrimiento.
El nuevo voluntario Raúl Armesto al que cariñosamente los niños le conoce como el globero, es quien dirige los talleres de globoflexia, a los que asisten conjuntamente padres y niños. En las fotos lo podemos ver en una de las habitaciones de los niños que no pueden ir a la sala por su estado como Julia una preciosa niña que junto a su hermano disfrutan de este arte.
Los talleres ofrecen otras experiencias que responden a algunas necesidades específicas de los niños hospitalizados. Cuando el niño se encuentra inmerso en el juego o en la actividad, obtiene placer y aumenta su autoestima; esto contribuye a darle recursos para sobrellevar las incomodidades de la enfermedad, favorece su desarrollo global y mejora su calidad de vida. Mediante esta actividad se ofrecen al niño unos estímulos que pueden motivarle a participar, jugar, imaginar, etc. y así hacen más agradable su estancia en el hospital y le permiten mantener su creatividad e imaginación, estimulan el aprendizaje y el pensamiento, le ayudan a descargar tensiones, a expresar sus fantasías...
Por eso desde esta pagina agradezco la colaboración que nos prestan voluntarios como Raúl "El Globero" y en nombre de todos los niños le damos un fuerte aplauso.